La crisis económica parece haber actuado como un verdadero revulsivo en la actitud emprendedora de los jóvenes que concluyen sus estudios en nuestro país. Los logros millonarios de los fundadores de las "startups" más exitosas del planeta (hasta ahora casi todos norteamericanos) junto a unas cifras de paro juvenil sonrojantes han propulsado, como nunca, la actividad emprendedora en nuestro país, en el sector de la denominada "economía digital". El núcleo de estas PYMES digitales , en sus primeros pasos, agrupa a emprendedores que, en muchos casos, no superan los 30 años, y suele incluir perfiles técnicos procedentes del área de la informática o las telecomunicaciones, junto a titulados en marketing y administración de empresas.
El dinamismo de este sector en España es verdaderamente sorprendente.Un estudio de Startupexplore, la mayor comunidad de inversores y empresas de base tecnología del país indicaba que, en 2015, la creación de Startups en España ha crecido un 26% respecto a ejercicio anterior. A modo de ejemplo, y para calibrar la envergadura de este crecimiento, podemos comparar estas cifras con las de Italia; en nuestro país, el sector ha MULTIPLICADO POR CINCO la cifras registradas en Italia.
Éxitos fulgurantes en sus inicios , como los de "Wallapop" o "La nevera Roja", han disparado el interés de los inversores por este tipo de proyectos empresariales.
A lo largo de 2015, en nuestro país se han consolidado 106 Startups, que han sido capaces de atraer, desde su creación, 1,8 billones de euros procedentes de fórmulas de "capital riesgo". Estas cifras de inversión se explican teniendo en cuenta las expectativas que los inversores perciben en no pocos de estos proyectos; un crecimiento a escala global y la posibilidad de llegar a convertirse en una verdadera referencia en el sector, elementos ambos que pueden disparar el valor de la empresa en un corto espacio de tiempo.
Si a esto añadimos la volatilidad del mercado bursátil y la escasa rentabilidad de los depósitos bancarios, las amenazas de nueva burbuja que predican los expertos, comienzan a estar justificadas. La reciente venta de "La Nevera Roja", por un precio notoriamente inferior al que se pagó en un primer momento por la firma, hace apenas año y medio, ha encendido ciertas alarmas al respecto.
El proyecto "La Nevera Roja" (LNR) nació en 2010, con una inversión inicial de 20.000 €. Dos jóvenes empleados de la firma Price Waterhouse en Madrid, detectaron la necesidad de pedir comida variada sin salir del trabajo, dadas su prolongadas y estresantes jornadas. Se cuenta que, a principios de 2012, ante las dificultades técnicas del proyecto (el programa no acababa de funcionar como querían....), los emprendedores de LNR, utilizaron el software de su mayor competidor por esas fechas, "Sindelantal", líder indiscutible en el sector, en el mercado español. En octubre de 2013, "Sindelantal" fue adquirida por el gigante británico del sector, "Just Eat" , por 4 millones de euros, que irrumpió así con fuerza en el mercado español. Desde ese momento, LNR debió competir con el operador más poderoso del sector en el ámbito europeo. La entrada en el accionariado del grupo Mediaset y el salto a la publicidad televisiva, supusieron la consolidación definitiva del proyecto LNR. La mayor presencia en TV de la marca, incrementó significativamente la cifra de negocio, aún cuando todavía quedaban muy lejos del liderazgo indiscutible de "Just Eat".
En el verano de 2014, los gestores de LNR comenzaron a recibir ofertas de venta de la compañía. Finalmente, fue la alemana Rocket Internet, una "incubadora de Startups" la que se hizo con la firma por 80 millones de euros en febrero de 2015, frente a los 20 que ofrecía "Just Eat" para absorber definitivamente a su competidora.
Apenas un año más tarde, la noticia saltaba a los medios: LNR había sido finalmente vendida a "Just Eat" por apenas 30 millones de euros. Y es que, tras la salida de la firma de parte de sus antiguos promotores y la drástica reducción de las inversiones en su presencia en TV, poco después de su venta a Rocket Internet, la empresa registro una caída de las ventas en picado, lo que motivó la decisión de venderla por un precio muy inferior al de compra. Es una lección que debe ser aprendida para moderar el ritmo de los movimientos especulativos que viene registrando el sector y favorecer crecimientos graduales menos "espasmódicos" capaces de configurar todo un nuevo tejido productivo de alto valor añadido, sobre bases más sólidas.
El proyecto "La Nevera Roja" (LNR) nació en 2010, con una inversión inicial de 20.000 €. Dos jóvenes empleados de la firma Price Waterhouse en Madrid, detectaron la necesidad de pedir comida variada sin salir del trabajo, dadas su prolongadas y estresantes jornadas. Se cuenta que, a principios de 2012, ante las dificultades técnicas del proyecto (el programa no acababa de funcionar como querían....), los emprendedores de LNR, utilizaron el software de su mayor competidor por esas fechas, "Sindelantal", líder indiscutible en el sector, en el mercado español. En octubre de 2013, "Sindelantal" fue adquirida por el gigante británico del sector, "Just Eat" , por 4 millones de euros, que irrumpió así con fuerza en el mercado español. Desde ese momento, LNR debió competir con el operador más poderoso del sector en el ámbito europeo. La entrada en el accionariado del grupo Mediaset y el salto a la publicidad televisiva, supusieron la consolidación definitiva del proyecto LNR. La mayor presencia en TV de la marca, incrementó significativamente la cifra de negocio, aún cuando todavía quedaban muy lejos del liderazgo indiscutible de "Just Eat".
En el verano de 2014, los gestores de LNR comenzaron a recibir ofertas de venta de la compañía. Finalmente, fue la alemana Rocket Internet, una "incubadora de Startups" la que se hizo con la firma por 80 millones de euros en febrero de 2015, frente a los 20 que ofrecía "Just Eat" para absorber definitivamente a su competidora.
Apenas un año más tarde, la noticia saltaba a los medios: LNR había sido finalmente vendida a "Just Eat" por apenas 30 millones de euros. Y es que, tras la salida de la firma de parte de sus antiguos promotores y la drástica reducción de las inversiones en su presencia en TV, poco después de su venta a Rocket Internet, la empresa registro una caída de las ventas en picado, lo que motivó la decisión de venderla por un precio muy inferior al de compra. Es una lección que debe ser aprendida para moderar el ritmo de los movimientos especulativos que viene registrando el sector y favorecer crecimientos graduales menos "espasmódicos" capaces de configurar todo un nuevo tejido productivo de alto valor añadido, sobre bases más sólidas.