Actualmente, las decisiones de contratación de nuevo personal en las empresas se adoptan teniendo especialmente en cuenta la “actitud” de los candidatos, sus habilidades sociales y su inteligencia emocional, de modo que su “aptitud” queda en un segundo plano.
La
entrevista, individual o grupal, proporciona múltiples pistas sobre la “actitud”
de los candidatos a un seleccionador experimentado.
Desde el
primer segundo de la entrevista, el entrevistador está evaluando múltiples
aspectos relativos a nuestra actitud, sea a través de nuestras respuestas, sea
a través de nuestro lenguaje corporal.
Parece
oportuno por tanto, hacer una reflexión en torno a las “actitudes” que deben
evitarse en toda entrevista de trabajo. En esta entrada del blog, hemos
seleccionado 18 “actitudes” que pueden determinar nuestra exclusión del proceso
de selección en el que participamos.
1.- Llegar
tarde …….o demasiado temprano. No hace falta decir que acudir tarde a la cita es una falta de
educación elemental y transmite una imagen lamentable del candidato.
2.-Hablar de “tú” al
entrevistador. Aunque las empresas del sector tecnológico se caracterizan por la
flexibilidad y la relajación de las formas, incluso en este sector la regla es tratar de
“usted” a alguien a quien no conocemos de nada. Sólo utilizaremos el tuteo si
quien entrevista nos lo indica expresamente.
3.-No mirar directamente al
entrevistador. Es una muestra bien de falta
de transparencia, bien de falta de confianza en uno mismo. La mirada es un
aspecto primordial para causar una buena impresión inicial; una mirada
sonriente, entusiasta y empática puede resultar decisiva de cara causar esa
buena primera impresión inicial .
4.-Sentarse antes de que lo
haga el entrevistador o no levantarse cuando entra. Estamos en un espacio
“ajeno” por lo que la norma de cortesía elemental recomienda sentarnos cuando
nos lo indique nuestro anfitrión.
5.- Acudir con un atuendo/vestimenta inapropiados. La
informalidad en la vestimenta no está reñida con la elegancia y/o la
discreción. Salvo en entornos muy concretos, la extravagancia y/o la
estridencia suele restar y, desde luego, nunca suma.
6.-Descuidar el aseo personal.
Un afeitado “a medias”, un pelo grasiento o el olor corporal envían al
entrevistador señales inequívocas de dejadez; es decir exactamente lo opuesto a
lo que buscan las empresas.
7.-Dejar el móvil encendido y
estar recibiendo llamadas o whasapps puede ser interpretado como que estamos
allí por simple curiosidad o porque no tenemos nada mejor que hacer.
8.- Ir acompañado/a de
familiar o amigo/a; demostramos dependencia
e inseguridad.
9.- “Repantigarse” en el asiento o abalanzarse sobre la mesa. Estamos
en un contexto “formal” en el que la observancia de las reglas básicas de
cortesía puede ser determinante para que se nos descarte de inmediato.
10.-Dejar pertenencias u
objetos en la mesa ocupando el espacio adyacente sin pedir permiso. Estamos en un espacio ajeno lo que nos obliga a comportarnos como corresponde, esto es, absteniéndonos de ninguna clase de "familiaridad".
11.-No haber preparado la entrevista,
no saber NADA de la empresa. Denota desinterés y poca capacidad para obtener
información. La habilidad para investigar
es una de las capacidades que más valoran las empresas.
12.-Ir de “sobra@” y llevar en todo
momento la iniciativa, alardeando de conocimientos y de experiencia. La falta de humildad genera un rechazo
inmediato.
13.- Estar pendiente del
tiempo, mirando el reloj. Estamos enviando una señal indicativa de querer
terminar cuanto antes y de falta de interés por el trabajo en cuestión.
14.- Mostrar desgana o lo
contrario, es decir, nervios y estrés.
En el primer caso estamos transmitiendo nuevamente falta de interés. En el
segundo, damos la sensación de soportar poco y mal la presión de una situación que se pretende relajada.
15.- Actitudes excesivamente
tímidas, con respuestas en forma de monosílabos, provocando que el
entrevistador haga verdaderos esfuerzos para que el entrevistado hable. Las empresas “huyen” de
las personas que muestran actitudes raras en una entrevista.
16.- Hablar mal de todo el
mundo, echar la culpa a otros de todo lo malo que nos ha podido pasar en
nuestra etapa de estudiantes o en trabajos anteriores. La conclusión que puede
sacar el entrevistador es que el entrevistado es el verdadero origen de esos
conflictos y que se trata de una persona problemática.
17.-Responder de manera poco
convincente a preguntas relativas a datos incluidos en el CV, dando la
sensación de que esos datos no son veraces, puede hacer pensar al entrevistador
que hemos incluido en el currículo algo de fantasía
, lo que nos hace aparecer como una persona poco fiable.
18.-Descuidar el lenguaje no
verbal: nada más desaconsejable en una entrevista de trabajo que cruzar los
brazos o esconder las manos debajo de la mesa.
Naturalidad, tranquilidad, buenos modales, mirada amable y empática, con las manos acompañando nuestras respuestas con una gestualidad comedida son claves elementales para transmitir confianza, seguridad, honestidad, sinceridad......es decir, lo que buscan las empresas.