Todo parece haberse escrito ya sobre cómo confeccionar un Currículum Vitae. En la red podemos encontrar incontables páginas, con todo tipo de formatos y recomendaciones para redactar un buen Currículum.
Existe, sin embargo, una recomendación válida en todos los casos, que parece seguir siendo desconocida para muchos, aún cuando resulta obvia; nos referimos a la práctica indeseable (aunque nada infrecuente) de incluir en el C.V. datos que no se ajustan, en todo o en parte, a la verdad. Suele ocurrir con los idiomas; las verdades a medias o las "mentiras" puras y duras, con relación al conocimiento de idiomas, pueden jugar malas pasadas. A modo de ejemplo, viene al caso referirnos a una empresa de la comarca que optó por realizar entrevistas "sorpresa" en INGLÉS, a través de una llamada telefónica al móvil que figuraba en el CV de los candidatos potenciales que manifestaban tener un conocimiento medio-alto de inglés. Una sorpresa que resultaba muy poco agradable a quienes habían exagerado intencionadamente su nivel de conocimiento del idioma. Al concluir la entrevista ( brevísima... si se demostraba la falta de conocimientos, desde las primeras frases...) el entrevistador formulaba educadamente una observación respecto a la carencia de nivel del entrevistado, contrariamente a lo que señalaba su C.V., no exenta de un cierto tono de reproche por la pérdida de tiempo que le suponía entrevistar a alguien, cuyo conocimiento real del inglés no tenía nada que ver con lo que indicaba su C.V.
Cuando las alusiones imaginativas no se refieren a los idiomas sino a otros aspectos relevantes de la trayectoria académica y/o profesional , como puede ser la experiencia en determinados cometidos o puestos de trabajo, el candidato se expone situaciones verdaderamente embarazosas en el momento de someterse al escrutinio de un entrevistador perspicaz y con experiencia. Pocas preguntas le bastarán para poner al descubierto las "verdades a medias" con las que el entrevistado ha pretendido adornar su C.V., colocándole en una situación especialmente incómoda que, seguramente, dará lugar a que la entrevista concluya en pocos minutos.
Sirvan pues los comentarios precedentes para que tomemos muy en serio la recomendación de incluir en un C.V datos veraces, evitando también la tendencia generalizada a "hinchar" cualesquiera experiencias o realizaciones académicas y/o profesionales que puedan resultar de interés para un futuro entrevistador. Una cosa es destacar aspectos de nuestra trayectoria que pueden ser de interés para la empresa que oferta un determinado perfil, habida cuenta de las características del puesto ofertado, y otra bien distinta es añadir a nuestro C.V datos que no responden a lo que lo que son nuestros verdaderos conocimientos y capacidades o a lo que ha sido efectivamente nuestra trayectoria académica y/o profesional.
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